Los orígenes de la escritura rúnica son inciertos. Estos alfabetos, compuestos por letras llamadas "runas", se emplearon en la antigüedad especialmente en las islas Británicas y Escandinavia. Posteriormente, su uso se extendió a Europa central y Oriental. Existen diferentes alfabetos rúnicos, pero todos comparten el uso de las letras llamadas runas.
Se cree que fueron creadas en el siglo I o II D.C. El término runa se traduce como "susurro" o "misterio". Aunque para el común de la gente se trataba de un alfabeto común, para los sacerdotes e iniciados, constituían símbolos mágicos cuyo significado transmitían de generación en generación de forma oculta. Las runas se mencionan en antiguos escritos germanos, celtas y vikingos. Estos últimos compusieron unos poemas llamados "Eddas" donde por medio de versos comunican el mensaje de cada runa. Actualmente, para fines mágicos, se emplea el alfabeto vikingo, también conocido como alfabeto Futhark el cual contiene 24 signos.